¿Vas a criar gallinas? Huevos frescos todos los días, menos restos de comida en tu basura y, sobre todo, entretenimiento en el jardín. Pero antes de dar la bienvenida a estas aves, es necesario disponer de un gallinero equipado para alojarlas correctamente, prepararles una alimentación equilibrada y proporcionarles los cuidados necesarios para su buena salud. Sigue estos consejos:
Cómo tener un gallinero bien equipado y adecuado
Tanto si lo compras como si lo construyes, el gallinero debe ser un refugio confortable donde tus nuevas amigas pongan huevos y duerman. Lo ideal es disponer además de una zona exterior para que estiren las patas y disfruten del sol. Para evitar el estrés que genera el hacinamiento, en el voladero exterior donde pasan la mayor parte del día se necesita un espacio de un metro cuadrado por ejemplar, mientras que el gallinero donde descansan en la noche puede ser más pequeño.
Este debe ser seguro y estar protegido contra depredadores como zorros. Por ello, el gallinero debe estar equipado con una trampilla que esté abierta durante el día y cerrada por la noche. Para el voladero o parque, elige una malla galvanizada difícil de roer por las alimañas.
El gallinero debe mantenerse seco, elevado y bien ventilado. A las gallinas no les convienen las corrientes de aire, el pleno sol ni la humedad, así que elige un lugar protegido por un seto o un muro con una abertura orientada al sur o al este.
Por último, tu gallinero ha de ser accesible y estar equipado con los accesorios indispensables para el bienestar de tus animales: unas perchas para dormir, comederos, bebederos y un nido por cada 4-5 gallinas. Recuerda además que a las gallinas les gusta tener intimidad en el momento de la puesta.
Cómo proporcionar una alimentación rica y variada a tus gallinas
¿Sabías que las gallinas son omnívoras y necesitan una dieta variada para estar sanas y poner mejores huevos?
Las gallinas necesitan proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas. Las necesidades nutricionales del ave varían a lo largo de su vida. Los pollitos precisan más proteínas para el crecimiento y las ponedoras requieren calcio para que el cascarón del huevo no sea frágil.
Lo ideal es que proporciones a tus gallinas los siguientes productos:
Piensos compuestos: presta atención a la composición de estos preparados alimenticios, descartando aquellos que contengan antibióticos o soja genéticamente modificada. Elige preferiblemente piensos naturales.
Cereales: trigo, maíz… Esparce semillas por tu corral y tendrás unas gallinas activas y entretenidas mientras picotean para buscar su alimento. La avena es especialmente recomendable en invierno porque aporta muchos hidratos de carbono y ayuda a resistir al frío.
Conchilla: la concha de ostra molida aporta calcio para fortalecer los huesos y la cáscara de los huevos.
Vegetales: lo más apropiado es que las aves pueden moverse libremente por el corral, picoteando hierbas y ortigas. Si en tu terreno no hay plantas, suminístrales lechugas, espinacas y frutas, de las cuales obtendrán vitaminas.
Proteínas: a las gallinas les gustan los caracoles, las hormigas e incluso los reptiles de pequeño tamaño. Las proteínas son necesarias sobre todo en la época de muda del plumaje. Puedes darles insectos deshidratados para aportarles este nutriente.
Los restos de tu comida: mondas de verdura, arroz, tomates maduros, cáscara de huevo triturada… las gallinas sirven para reciclar las sobras de nuestra comida.
¿Qué alimentos evitar en el gallinero? Las grasas saturadas, los lácteos, el aguacate o el azúcar no son saludables para las aves.
Cómo cuidar la salud de tus aves de corral
Si no quieres que tus gallinas enfermen, es imprescindible desparasitarlas interna y externamente de forma periódica.
Los parásitos internos pueden instalarse no solo en el aparato digestivo de la gallina, sino también en su buche. Dichos parásitos se alimentan de todo lo que come la gallina, privándola de los nutrientes que la mantienen sana, provocando anemias, sangrado en las heces, etc. Se recomienda introducir una cabeza de ajo en el bebedero, ya que este alimento posee propiedades vermífugas y refuerza la salud intestinal.
Por otro lado, los parásitos externos producen picor, incomodidad y pueden transmitir diferentes enfermedades. Permite que tus aves se den baños de arena para limpiar sus plumas y usa algún repelente natural como por ejemplo Nackentropfen.
Se recomienda desparasitar al menos dos veces al año, en primavera y otoño, como medida preventiva. No olvides mantener limpio el gallinero y todo el equipamiento, lo que ayudará a prevenir enfermedades causadas por bacterias y parásitos.
Siguiendo estos consejos básicos para criar gallinas, conseguirás mejorar la puesta y prolongar la vida de tus animales. Además, en el canal de YouTube de Finca Casarejo encontrarás mucha información sobre avicultura. Y recuerda, ¡un animal no es un juguete!