La grandilocuencia de su cola desplegada y el poderío de su cortejo evocan una indescriptible amalgama de colores. La naturaleza se encarga de hacer cosas fascinantes, una de ellas son los pavos reales, sin duda “todo un abanico de sensaciones”.

De las tres especies existentes, Pavo cristatus, Pavo muticus y Afropavo congensis, el más conocido pertenece a la especie Pavo cristatus, comúnmente conocido como pavo real azul. La variedad azul y la estirpe salvaje son las más comunes, aunque dentro de la misma especie existe una gran diversidad de colores, ya que a lo largo de los años se han producido mutaciones de forma natural que han dado origen a pavos reales con distintos colores y patrones de plumaje.
Hasta el momento son reconocidos por la United Peafowl Association los siguientes colores: Azul, Blanco, Cameo, Púrpura, Bronce, Peach, Opal, Midnight, Jade, Toupe y Violeta.
Cada uno de los colores existente se puede todavía obtener en distintos patrones, siendo que, una única ave, puede para el mismo color manifestar en simultáneo varios patrones. Los patrones que se conocen son los siguientes: el Rallado, el Ala negra, el Arlequín, el White-eye (ojos blancos) y el Arlequín Plateado.
En la especie Pavo muticus, comúnmente conocido por pavo real verde, tenemos tres subespecies, el Pavo Muticus muticus, el Pavo muticus imperator y el Pavo Muticus spicifer. Esta especie, así como el Afropavo conguensis, son más escasas y por ello se encuentran protegidos por el CITES, un acuerdo internacional con el objetivo de asegurar que el comercio de animales y plantas salvajes no pongan en riesgo la supervivencia de las especies ni constituya un peligro para la manutención de la biodiversidad.
Es posible la obtención de híbridos que resultan del cruce entre la especie Pavo cristatus con la especie Pavo muticus. A la especie resultante se le denomina Spalding. Son animales fértiles con una apariencia o fenotipo intermedio, de gran porte, y son temperamentalmente muy dóciles.
Con las especies existentes e incluyendo los híbridos resultantes, hasta el momento se han cuantificado 225 variedades diferentes de pavos reales que podemos tener en nuestros jardines o fincas.
¿Qué debemos tener en cuenta si queremos disfrutar de estos hermosos animales en cautividad?
Instalaciones: El voladero ideal para pavos reales
Es posible mantener estos animales en espacios cerrados o en libertad, con excepción de los pavos verdes, que instintivamente son más salvajes, y se aconseja que se mantengan en un voladero cerrado.
Si se opta por mantener los pavos reales en voladeros cerrados, se debe tener en cuenta el número y el tamaño de los pavos. La dimensión de los voladeros debe ser proporcional al volumen de los animales, de modo que se garantice su bienestar. Para cumplir este requisito, es preciso buscar información sobre el comportamiento de estas especies y así poder proyectar unas instalaciones adecuadas.
Algunas de las características que un voladero debe reunir para alojar pavos reales son las siguientes:
- Como mínimo, 5 m2 por ave.
- Altura mínima del voladero: 2 metros.
- Orientación solar: naciente-poniente.
- El voladero debe de ser construido en un local con buen drenaje.
- Un refugio que proteja los animales de los vientos dominantes, lluvia y sol.
- Un listón a más de un metro de altura en el interior del abrigo.
- Un bebedero y un comedero.
Es posible disfrutar de una pareja de pavos reales en un voladero, si los animales se sienten a gusto. Para ello, es recomendable introducir en el interior del voladero algún enriquecimiento ambiental como arbustos, árboles, troncos de madera u otros materiales adecuados.
Una vez montado el voladero, antes de adquirir los pavos reales hay que tener en cuenta su alimentación y tener todo preparado para recibir tranquilamente a los animales.
Alimentación: ¿qué comen los pavos reales?
En el estado salvaje, los pavos reales tienen una alimentación bastante diversificada a base de granos, frutos, hierbas, insectos y pequeños roedores. En cautividad, hay que proporcionar a los pavos una alimentación de calidad y equilibrada y agua necesaria.
Si vamos a tener los pavos reales en libertad, no se requiere un especial cuidado en su alimentación, puesto que instintivamente los animales encontrarán en la propia naturaleza una dieta diversificada (insectos, hierbas, etc.). Una mezcla de cereales corrientes es suficiente para completar una alimentación adecuada.
Si vamos a mantener los pavos reales en un voladero cerrado, es aconsejable suministrarles un pienso rico en proteínas, vitaminas y minerales, como por ejemplo el pienso para faisanes o perdices.
Podemos premiarles con una “golosina” (insectos deshidratados, aceitunas, granos de cereales, etc.) cuando vamos a verles y a cuidarles, así nuestras visitas al voladero serán mucho más interactivas. Los pavos se tornarán dóciles y será un privilegio poder contemplar de cerca tanta belleza.
Una buena alimentación es fundamental para mantener los animales sanos. Cualquier suplemento vitamínico, mineral u otro que pretenda dar a los animales, debe proporcionarse con orientación previa de un veterinario.
El ciclo natural de la vida de los pavos reales sigue su camino e inevitablemente, a la llegada la primavera, el voladero o el jardín serán testigos de una de las más bellas paradas nupciales del mundo de las aves.
La reproducción en pavos reales
Los pavos reales generalmente alcanzan la madurez sexual entre los dos y los tres años. La reproducción en los pavos reales, en nuestra latitud, ocurre entre los meses de marzo y julio.
En los meses de reproducción los machos entran en celo. El celo se caracteriza por manifestaciones exuberantes de su abanico de plumas, haciéndolas vibrar y a su vez inclinando la cola abierta sobre las hembras. Mientras dure el celo, los machos emitirán un grito muy característico e inconfundible para marcar su presencia y ahuyentar a otros machos de su territorio. Son animales territoriales, por eso no debemos tener más de un macho en un espacio reducido.
Los grupos de reproductores para la especie Pavo cristatus y sus mutaciones pueden ser formados por un macho y desde una a tres hembras. En el caso de la especie Pavo muticus, cada macho no debe de tener mas de una hembra.
El número de hembras por macho podrá ser mayor o menor dependiendo de las características del macho, si es más o menos activo. Esta conclusión solo el criador la podrá sacar observando y analizando los resultados de cada temporada de reproducción.
A las pavas reales les gusta hacer los nidos en el suelo, en sitios resguardados, como por ejemplo debajo de arbustos, de troncos caídos o en cajas nido simplemente llenas de arena limpia. Suelen poner de 4 a 6 huevos en intervalos de dos a tres días, iniciando seguidamente la incubación. Son excelentes madres. Sin embargo, se pueden retirar sus huevos y ponerlos en una incubadora o en una gallina clueca. De esta manera, cada pava pondrá poner más de 20 huevos repartidos por dos o tres puestas a lo largo de la temporada de reproducción.
La incubación tiene la duración de 28 días, al final de los cuales debemos de estar preparados para coger las crías de los pavos. Antes del nacimiento de los pavillos, es recomendable sacar al macho del voladero, pues puede extrañar a los recién nacidos y dañarlos. Debemos también colocar un bebedero adecuado para aves de primera edad y un pienso de inicio para perdices o faisanes. Es importante que el espacio esté limpio y seco para evitar problemas con los pavillos. La cría en libertad facilita mucho el manejo, pues casi siempre la pava se encarga de una forma natural de sacar su prole adelante, con todo lo que la naturaleza les proporciona como espacio, sol y diversidad de alimentos, entre otras ventajas.
Plagas de insectos, parásitos internos y externos, roedores, enfermedades y comportamientos extraños como el picaje provocan situaciones indeseables que se deben solucionar.
Profilaxis sanitaria: Prevenir es mejor que curar
La prevención es la mejor estrategia para evitar problemas sanitarios. Algunos de los cuidados que debemos proporcionar a los pavos son los siguientes:
- Almacenar los alimentos en recipientes que preserven su calidad y que no permitan la entrada de insectos y roedores.
- Disponer de comederos anti ratas y pequeñas aves, colocados en un local resguardado.
- Proporcionar agua limpia y de calidad.
- Limpiar y desinfectar con regularidad y con productos adecuados las instalaciones, suelo, paredes, nidos, listones, comederos y bebederos.
- Hacer desratizaciones regulares, pues las ratas son unos de los principales portadores de enfermedades.
Profilaxis veterinaria: la importancia de vacunar y desparasitar
La vigilancia de los animales es una rutina importante que compete al criador. Una observación diaria es imprescindible para la detección de aves con síntomas de enfermedad. A su vez, cada criador debe buscar orientación veterinaria para que todas las intervenciones que se hagan con medicamentos en los animales sean adecuadas a cada problema.
Una de las medidas de profilaxis sanitaria que siempre se aconseja es la desparasitación interna y externa de los animales y el cumplimiento del plan de vacunación oficial de cada país.
Comportamientos anormales como el picaje pueden tener varios orígenes, como carencias nutricionales y situaciones de estrés entre otras causas, que deben de ser analizadas antes de hacer cualquier intervención.
Textos de João Carita publicados en la revista nº 2 de AVIOCIO
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