Las hierbas y semillas no sólo sirven a nuestras gallinas de entretenimiento y de “terapia ocupacional”, sino que además aportan numerosos beneficios para su organismo
La dieta básica de las gallinas se compone de pienso compuesto comúnmente formado por cereales. En el mercado podemos encontrar multitud de pienso de gallinas, aunque muchos de ellos tienen ciertos déficits de algunos nutrientes que son indispensables tanto para el correcto desarrollo de la gallina como para que luzcan impoluto su plumaje.
Para ello y, para a que nuestras gallinas no les falten minerales, vitaminas ni otros nutrientes fundamentales para su organismo podemos aportar a nuestras gallinas suplementos alimenticios para conseguir una dieta óptima.
En este sentido, aunque es fácil encontrar buenos suplementos para complementar la dieta de nuestras gallinas tales como ajo, cebolla, vitaminas, calcio, etc. La naturaleza proporciona multitud de numerosos “suplementos”, sobre todo en primavera y verano cuando los campos están llenos de hierbas portadoras de semillas totalmente adecuadas para el consumo animal. La propia naturaleza nos ofrece “pequeños tesoros” para nuestros animales que debemos aprovechar.
Las hierbas, verduras y hortalizas de todo tipo, las semillas, lombrices, gusanos, etc. que nuestras gallinas pueden encontrar con facilidad en la naturaleza no sólo suponen una fuente de nutrientes, sino que buscar alimento y picotearlo mantiene entretenidas a las gallinas y esta tarea es un auténtico antiestrés.
En cuanto a las hierbas y semillas, se las podemos suministrar a nuestras gallinas por separado para que éstas las picoteen a discreción o podemos desmenuzarlas, triturarlas y mezclarlas con el pienso logrando que esté más enriquecido.
Si bien, las hierbas y semillas no sólo sirven de entretenimiento y de “terapia ocupacional” para nuestras gallinas que se divierten y relajan picoteando, correteando y buscando nutrientes “ocultos” sobre el terreno sino que además aportan numerosos beneficios para el organismo de nuestras aves de corral. Además, de esta manera, las gallinas, se mueven, “hacen ejercicio y están en forma” y todo ello conlleva a que crezcan sanas y robustas.
Así, sirvan a modo de ejemplo las plantas oleaginosas, plantas vegetales de cuya semilla puede extraerse aceite. Son muy ricas en grasas y proporcionan a nuestras gallinas importantes ácidos grasos insaturados y proteínas de alta calidad.
En cuanto a las semillas farináceas, entre las que podemos mencionar el trigo, la cebada, la avena, el mijo, el arroz o el maíz tienen un porcentaje en torno a un 6% de proteína y un 2% de grasa. Mientras que las semillas oleosas, aquellas como la linaza, cáñamo, semillas de girasol o cártamo, contribuyen en gran medida a que nuestras gallinas luzcan un plumaje esplendoroso. No podemos olvidarnos de las legumbres, como la soja, los guisantes o los altramuces que son fuentes de proteínas de alta calidad.
También es preciso mencionar las semillas de ortiga, que además de tener un alto contenido en proteínas de alto valor, aportan vitamina E y carotenos. Además, las semillas de ortiga tienen una importante función en el metabolismo de las gallinas.
No debemos descuidarnos y que nuestras gallinas tengan déficit de vitaminas, como por ejemplo de vitamina E, que protege contra los radicales libres, sustancias nocivas producidas durante el metabolismo, ni de vitamina K1 que juega un papel crucial en la coagulación de la sangre, fortalece el sistema inmunológico y la formación de los huesos.
En cuanto a las hierbas y las hojas de hortalizas o verduras sería infinito describir las innumerables propiedades que éstas tienen para el organismo y el sistema inmunológico de las gallinas de corral.
Si además de un recinto adecuado en el que se alojan nuestras gallinas, disponemos de un jardín con abundante hierbas o de un huerto del que podemos aprovechar las hojas de las plantas, los frutos maduros o simplemente los excedentes, tendremos una “fuente inagotable”, sobre todo a finales de la primavera y durante el verano para suministrar a nuestras gallinas hierba y hojas frescas para que picoteen a discreción o mezclado con el pienso.
Texto y fofos de Michael Von Lüttwitz para la revista AVIOCIO