Hay quien limpia el gallinero a diario y quien lo hace dos veces al año. Obviamente, no debemos llegar a un extremo ni a otro. Es bueno que las aves se inmunicen con determinadas bacterias, por lo que las instalaciones no requieren estar 100 % impecables. Pero no olvidemos la importancia de una cama seca que evite, entre otras cosas, la pododermatitis plantar, ni la necesidad de retirar los excrementos acumulados para que no se produzca una concentración de amoniaco.
Con qué periodicidad limpiar el gallinero
Todo depende del número de ejemplares que tengamos, pero podemos guiarnos por estas pautas:
Tareas diarias:
- Cambiar el agua de los bebederos
- Retirar los excrementos de los ponederos.
- Vigilar las patas de las aves para comprobar que no tienen escamas, úlceras, etc.
Tareas semanales:
- Limpiar los comederos.
- Rastrillar la cama y, si es necesario, retirar la primera capa.
- Examinar el plumaje de las gallinas para detectar la presencia de parásitos externos.
- Desinfectar las instalaciones con productos naturales como la tierra de diatomeas.
Además, según la estación del año, tendremos que prestar mayor atención a la prevención de los vermes (primavera y otoño) o a la prevención de los piojos (verano). Las incubadoras han de desinfectarse después de cada eclosión.
Cómo limpiar la cama de las gallinas
Un suelo húmedo y sucio es un foco de enfermedades. Acondiciona la cama de tus gallinas utilizando viruta de madera o copos de cereales. Para mayor comodidad e higiene, puedes adquirir copos ya preparados con tratamiento atimicrobios.
No es apropiado usar heno, pues se enreda en las patas, ni tampoco tiras de papel, ya que se apelotonan con los excrementos. A pesar de que muchos aficionados a la avicultura usan paja para el suelo, desde Finca Casarejo lo desaconsejamos, puesto que la caña es un escondite ideal para los ácaros.
La limpieza de la cama de las gallinas es sencilla: retira con una pala la primera capa en la que se acumulan los excrementos. Puedes guardar los restos y usarlos como abono natural para tus plantas.
En definitiva, no descuides la higiene en las instalaciones, pues las consecuencias serán bastante más costosas que la tarea de limpiar el gallinero.