La cría de pollitos, junto con la recogida de huevos frescos, es una de las tareas más estimulantes para los aficionados a la avicultura de ocio. Una vez que el huevo eclosiona y los pollitos van llegando a la vida, ¿existe algo más gratificante que ayudar y ver cómo las crías van dando sus primeros pasos?
Además, la cría de pollitos es una técnica muy utilizada y, con un adecuado manejo y teniendo en consideración una serie de parámetros, el porcentaje de éxito es muy elevado. Ahora bien, ¿qué necesito y qué tengo que hacer para criar mis primeros pollitos?
¿Qué necesito para empezar a criar pollitos?
Para criar pollitos se necesita muy poco: un habitáculo o criadora para alojarlos, una fuente de calor, una alimentación adecuada y, sobre todo, grandes dosis de pasión.
La primera decisión que debemos tomar es elegir el habitáculo o criadora, para lo que generalmente suele utilizarse una caja de madera. En cuanto a la fuente de calor, podemos optar por bombillas cerámicas (que solo dan calor y no dan luz) y bombillas de calor de infrarrojos, o bien optar por una criadora de placa que nos permita ir regulando la temperatura de los pollitos en función de las necesidades mientras vayan creciendo los pollitos.
¿Qué comen los pollitos?
Para que se desarrollen en condiciones óptimas en cuanto a niveles óseos, de grasa y de musculatura es imprescindible suministrar a nuestros pollitos una alimentación adecuada. Así, para que crezcan sanos y fuertes, debemos suministrarles un pienso compuesto de arranque. No es recomendable suministrar a los pollitos ni granos ni hierba hasta que cumplan el primer mes de edad, aunque sí podemos complementar su dieta base con algún suplemento alimenticio que contenga vitaminas, oligoelementos o minerales, siempre y cuando lo hagamos en su justa medida.
Cría de pollitos: temperatura, ventilación, humedad y limpieza
Del mismo modo que a la hora de incubar los huevos hay que tener en cuenta una serie de parámetros, para criar pollitos se requieren determinados parámetros de temperatura, ventilación y humedad.
Temperatura
La temperatura de la nacedora en la que nacen los pollitos debe ser de 37º, y ha de mantenerse cuando los pasemos al habitáculo donde vayamos a alojarlos durante la cría. La temperatura debe ser constante durante todo el día, pero debemos bajarla a razón de 2º grados por semana hasta alcanzar la temperatura ambiente.
Ventilación
Una buena ventilación es imprescindible. Por eso, el espacio donde estamos alojando a los pollitos ha de ser suficientemente grande en proporción al número de animales. La superpoblación de pollitos puede provocar un exceso de niveles de dióxido de carbono y de vapor de agua. Por tanto, debemos evitar que el aire esté sobrecargado para que los pollitos tengan el oxígeno suficiente para desarrollarse sanos y fuertes. La ventilación debe ser continua, pero hay que evitar las corrientes de aire.
Humedad
Los niveles de humedad más apropiados no deben superar el 60%. La humedad puede ser controlada manteniendo una ventilación y una renovación constante del aire. Además, para mantener unas buenas condiciones de humedad, la cama de los pollitos necesita estar siempre limpia y seca.
Limpieza e higiene
La limpieza y la higiene en la cría de pollitos son dos aspectos que no solo no debemos descuidar, sino que debemos cumplir a rajatabla. La cama de los pollitos precisa ser constantemente renovada para evitar que las heces o la suciedad se conviertan en un foco de infecciones. Además, debemos limpiar también los bebederos y comederos, al menos una vez al día, para evitar que se desarrollen los gérmenes.
Y si cumples con estos consejos, ¡tus pollitos se convertirán en preciosos gallos y gallinas!