Mis gallinas no quieren entrar en el gallinero, ¿a qué se debe?

Cuando esta situación ocurre, lo normal es que la actitud de las gallinas responda a una de estas situaciones:

• Que dormir encima del tejado se trate de una costumbre simplemente. En este caso la solución es encerrar a las gallinas dentro del gallinero durante unos días para que cambien la costumbre.
• Otra posible situación es que las gallinas no quieran entrar porque tienen miedo a la presencia de roedores o parásitos dentro del gallinero. La presencia de ratas y ratones se da con más frecuencia en la noche, cuando estos animales se sienten atraídos por el pienso. Ante esta situación sólo cabe una posible solución: la desratización a base de productos y trampas que pueden encontrarse en el mercado. También los parásitos como pulgas, piojos y el temido ácaro rojo suelen ser los responsables de que las gallinas no quieran entrar al gallinero. Las perchas, palos sobre los que duermen las gallinas, suelen ser foco de infestación de estos parásitos y habida cuenta que el temido ácaro rojo ataca por las noches como si fuese un vampiro, hace que nuestros animales no quieran entrar a dormir al gallinero. Recordamos que la limpieza y la desinfección debe ser una práctica obligada si queremos tener gallinas en nuestra casa.

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