¿Cuántas gallinas no vuelven al gallinero por la noche, durmiendo en el tejado o bajo un árbol? Para que no tomen este mal hábito, es muy importante aclimatarlas al gallinero desde su llegada al corral.
Qué hacer cuando las gallinas llegan a un nuevo gallinero
En el caso de que el gallinero esté vacío, es fácil que las gallinas se acostumbren a su nuevo hogar. Al sacarlas de la caja hay que ponerlas directamente en el gallinero. Es el primer espacio que deben conocer, ya que es un refugio contra el mal tiempo y los depredadores, así como el lugar donde deben dormir, poner huevos e incubar.
Es imperativo que su primera noche transcurra en el lugar donde quieres que duerman el resto de su vida. Por seguridad, vigilaremos el gallinero durante al menos las tres primeras noches. Los días siguientes comprobaremos que el hábito de volver está bien establecido. Evita también las situaciones estresantes con niños o perros alrededor de ellas.
Los tres primeros días no debes ceder al deseo de verlas moverse libremente. Tienen que conocer su nuevo entorno y cómo utilizarlo, su seguridad futura depende de eso. Si tienes un gran terreno, restríngelo con malla y vigila que vuelvan al gallinero por la noche. Las puertas automáticas que se cierran cuando se pone el sol te ayudarán a descansar tranquilo, sabiendo que las alimañas no acecharán durante tu ausencia.
En general, los primeros 15 días deben estar controladas y puedes ir ampliando el terreno de las gallinas si ya saben dónde deben dormir. Es importante respetar esos 15 días de adaptación, pues eso va a contribuir a su seguridad y libertad en el futuro.
Qué hacer cuando llegan a un gallinero donde ya hay otras gallinas
Es obviamente más complicado para las gallinas recién llegadas. Al cambio de aires y al reconocimiento del nuevo lugar se suma la presencia de las antiguas inquilinas que no suelen alegrarse de la llegada de las nuevas y así se lo harán saber.
Las gallinas veteranas van a impedir la entrada al gallinero a las novatas. Para que las nuevas no se acostumbren a dormir en otro lugar, hay que establecer separaciones temporales. Por ejemplo, puedes meterlas en una gran caja desde donde tengan enlace visual y sonoro con sus compañeras, pero donde estén protegidas de posibles ataques. También es posible usar un alambrado móvil o cualquier otro tipo de dispositivo que separe físicamente pero no visualmente a las aves entre sí.
Para aclimatar a las recién llegadas a su nuevo ambiente, pero también a sus nuevas compañeras, hay que aplicar las mismas medidas y con la misma duración que cuando no hay gallinas: tres días y quince días, pero vigilando aún más. Coloca bebederos y comederos en diferentes puntos para que todas tengan acceso al agua y al alimento.
Es imprescindible que las instalaciones estén libres de parásitos como los piojos, que incomodan a las aves y hacen que el descanso se convierta en algo estresante.
Además, te recomendamos leer los consejos que aportamos en nuestro artículo sobre cómo incorporar nuevas gallinas en el gallinero.
Acostumbrar a tus gallinas a dormir en el gallinero es un compromiso, pero su supervivencia y bienestar dependen de ello.