Se acerca el invierno y en esta época es natural preocuparse por la comodidad y la salud de las gallinas.
¿Las gallinas son resistentes al frío? ¿Necesitan una alimentación especial? ¿Pueden enfermar? ¿Cómo preparar tu gallinero para una mejor protección? Descubre todos nuestros consejos para cuidar de tus gallinas en invierno.
¿Las gallinas pueden resfriarse y enfermar?
Las gallinas son animales resistentes al frío por naturaleza. Todos los años, a finales del verano o principios del otoño, ellas se preparan para el descenso de las temperaturas mediante la muda. Se despojan de sus plumas y se visten con un plumaje nuevo, mucho más cálido, para soportar las bajas temperaturas.
Las gallinas no son muy frioleras y pueden soportar temperaturas extremas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque no temen el frío seco, son especialmente sensibles a las corrientes de aire y a la humedad. Sus crestas y dedos también son más frágiles y pueden congelarse cuando hace mucho frío.
Así que asegúrate de que tu gallinero está bien aislado y de que tus gallinas están bien alimentadas para que pasen un buen invierno y no se resfríen. Refuerza además sus defensas con algún suplemento como SoluFío.
¿Las gallinas ponen huevos en invierno?
Las gallinas no ponen huevos al mismo ritmo en invierno debido al frío y a las inclemencias del tiempo.
Algunos consejos para animarlas a poner huevos en invierno:
Dejar que salgan a tomar el sol; mantener la temperatura del gallinero por encima de los 10°C con una lámpara de calor; aumentar las horas de luz en el gallinero (las gallinas necesitan 14 horas de luz al día); dar a tus aves una dieta ligeramente más rica que el resto del año.
Si proporcionas a tus aves un refugio cálido y confortable y una dieta rica y completa, tendrás más posibilidades de contrarrestar los efectos del frío y del invierno en la tasa de puesta. Eso sí, siempre debes tener en cuenta que un exceso de calor puede provocar estrés y picaje.
¿Cómo proteger el gallinero del frío, la humedad y las corrientes de aire?
1. Comprobar el estado y el aislamiento del gallinero
Un buen aislamiento es esencial. Empieza por comprobar que el tejado del gallinero es estanco para evitar cualquier riesgo de infiltración de aire o agua que provoque pérdidas de calor. También puedes cubrir el techo con una lona hermética o crear un contra techo.
Puedes mejorar el aislamiento del gallinero añadiendo una capa aislante a las paredes con tablas de madera o corcho. Ten cuidado de no bloquear todas las rejillas de ventilación de tu gallinero, ya que debe ser capaz de evacuar la humedad generada por la respiración de las gallinas. La ventilación es imprescindible incluso en invierno.
Por último, puedes elevar tu gallinero con patas o bloques para aislarlo del suelo, y colocarlo al abrigo del viento y del mal tiempo si es posible.
2. Sé generoso con la capa de lecho para gallinas
En invierno, las gallinas agradecen una capa gruesa y generosa de lecho en el suelo y en los nidos. Esto proporcionará un mejor aislamiento y protegerá sus patas.
3. Instala una lámpara de calor en el gallinero
La lámpara de calor ayudará a tus gallinas a sobrellevar el frío manteniendo una temperatura constante en el gallinero, a la vez que les proporcionará más tiempo de luz a diario.
Estas lámparas son muy útiles para estimular la puesta de huevos en invierno. Asegúrate de elegir una lámpara adecuada para el exterior.
¿Cómo alimentar a las gallinas en invierno?
Al igual que nosotros, las gallinas necesitan una dieta más rica para afrontar el otoño y el invierno. Por supuesto, siempre hay que darles una dieta equilibrada, pero la idea es ayudarles a crear una pequeña reserva de grasa.
Aumenta la dosis diaria de maíz o trigo y elige pellets ricos en proteínas. También puedes darles ocasionalmente golosinas como palomitas o insectos secos o fortificantes para ayudarles a poner huevos. Por último, ¡presta especial atención al agua! Tus gallinas deben seguir teniendo acceso ilimitado a agua limpia. Asegúrate de que el agua no se congela, cambiándola regularmente.
Mantener limpio el gallinero
Por último, otro punto que no hay que descuidar en invierno es la limpieza y el mantenimiento de tu gallinero. En invierno, las gallinas pasarán más tiempo en su gallinero. Por lo tanto, es necesario limpiarlo más a menudo, idealmente cada dos semanas.
Un entorno insalubre puede favorecer el desarrollo de parásitos y enfermedades.