Las gallinas que pasean al aire libre suelen picotear las hierbas que se encuentran por el camino.
Afortunadamente, casi todas las plantas venenosas tienen un sabor y un olor que desagrada a las aves. Su instinto de supervivencia las lleva a evitar estos vegetales. No obstante, debemos tener cuidado con sembrar en el jardín determinadas especies que resultan nocivas para la salud de tus mascotas.
Flores que debes mantener fuera del alcance de las gallinas
La flor del narciso tiene un color amarillo que llama la atención de las gallinas y estas probablemente se acercarán para curiosear y testarla con su pico. Pero, ¡cuidado!, el narciso es tóxico para ellas, al igual que la hortensia, el helecho, la hiedra, las adelfas y el jacinto.
Por otra parte, aunque el pimiento y el tomate son apropiados para la dieta de las gallinas, no lo son las flores de sus matas ni ninguna otra correspondiente a la familia de las solanáceas.
Y, por supuesto, resulta obvio decir que si tenemos mascotas, no debemos rociar con productos químicos las plantas de nuestro jardín ni dejar en el suelo botes de pintura, amoniaco, etcétera.
Otros alimentos que tus gallinas no deben consumir
Las gallinas son omnívoras y es buena idea darle los restos de nuestra comida: mondas de verdura, arroz, pan... ¡Pero no todo vale! No son animales mamíferos y por eso su sistema digestivo no está preparado para ingerir lácteos. Tampoco han de probar la carne cruda, el aguacate o los cítricos.
Tal y como os explicamos en otro post de nuestro blog, es preciso controlar el peso de las gallinas porque la obesidad es perjudicial para su salud. La sal, el azúcar y las grasas deben excluirse de su menú.
Diarrea, problemas renales, sobrepeso e intoxicación son las consecuencias de darle a tus aves un alimento inapropiado. ¡Vigila lo que comen!