Incubación de huevos: aspectos previos que influyen en los resultados

Huevos no fecundados

 El primero y más evidente es que los huevos no estén fecundados, es decir, tenemos un gallo con las gallinas y, sin embargo, los huevos no son fértiles. A continuación, enumeramos las causas más comunes y proponemos su solución.

• Machos de edad muy avanzada: en estos casos recomendamos reemplazar por machos más jóvenes. Si tiene que utilizar el macho viejo por alguna razón, recomendamos la inseminación artificial.
• El macho no es estéril pero no monta: en estos casos debemos examinar cuál es la causa, recomendamos analizar si tiene algún problema en las patas, de nutrición o existe dominación social de las hembras; cualquiera de estas razones puede ser la causa que le impida montarse encima de las gallinas.
• Monta selectiva: es decir, hay unas hembras que monta y otras no. Recomendamos observar cuáles son las hembras que no monta y ponerlas con otro macho.
• Razas con mucho plumaje alrededor de la cloaca que impide la cópula: ya dijimos en números anteriores que hay razas como la Sedosa, Pekín, Orpington, etc. que es preciso cortar las plumas de alrededor de la cloaca para facilitar la cópula.
• Machos estériles: lógicamente, debemos reemplazarlos por otros machos.

Huevo fecundado pero el embrión no se desarrolla correctamente

Aunque el huevo haya sido fecundado, existen otras causas por las que el embrión no llega a desarrollarse o se desarrolla pero muere antes del nacimiento. A continuación, enumeramos las más frecuentes:

• Consanguinidad de los reproductores: el macho es fértil y monta a la gallina, el huevo queda fecundado pero, como consecuencia de dicha consanguinidad, el embrión a veces muere incluso antes de que la gallina ponga el huevo o durante el desarrollo embrionario.
• Malas condiciones climatológicas en la época de puesta: el exceso de calor, frío o humedad excesiva puede provocar la muerte del embrión en las primeras horas de vida e incluso puede iniciar el desarrollo en el periodo de preincubación y morir antes de meter el huevo en la incubadora. Esto puede ocurrir cuando las temperaturas sobrepasan los 30 grados.
• Periodo de almacenamiento de los huevos excesivamente largo: los huevos de gallina, pato, oca, faisán o codorniz no deben exceder los 9 días desde la puesta hasta que son introducidos en la incubadora. Durante este periodo deben mantenerse en un lugar con una temperatura en torno a 10º y recomendamos voltearlos un par de veces al día para que la cáscara en su parte interior no se reseque. Los huevos de perdiz y de pavo pueden almacenarse durante más tiempo (15 días). El exceso de tiempo desde la puesta hasta que empieza la incubación, trae como consecuencia en muchos casos la muerte durante el desarrollo embrionario e incluso después de nacer ya que suelen ser pollitos que nacen tarde y con poca vitalidad.
• Limpieza de los huevos: en primer lugar, es fundamental mantener impecables los ponederos. Si los ponedores se limpian con frecuencia, no es necesario limpiar los huevos. Hay que evitar incubar aquellos huevos que tienen suciedad en la cáscara, recomendamos descartarlos. Es mejor hacer la limpieza en seco y en ningún caso hay que utilizar agua muy fría o muy caliente.
• Movimientos bruscos en el transporte o durante el manejo: como consecuencia se produce la muerte del embrión en las primeras horas o días de la incubación.
• Problemas de salud en los reproductores: micoplasmas, por ejemplo, se transfieren y provocan la muerte del embrión en los primeros días.
• Mala alimentación de los reproductores: es una de las causas más frecuentes que provoca la muerte de los pollitos entre el día 18 y 21 del desarrollo y la mayoría de los aficionados desconocen. Los pollitos para su desarrollo correcto necesitan una combinación de minerales, proteínas y vitaminas durante los 21 días que dura su desarrollo embrionario. Este alimento lo reciben como es lógico de la yema y la clara del huevo. Si la alimentación de los reproductores no tiene la fórmula adecuada, los pollitos no tendrán la alimentación correcta para su desarrollo, provocando su muerte e incluso si llegan a nacer son pollitos con muy poca vitalidad siendo propicios a contraer enfermedades.
• Genes letales: el gen de la pata corta en la raza Nagasaki o el de aretes en la raza Araucana producen mortalidad en el desarrollo embrionario.