Cuando quieres comprar unas gallinas ponedoras para tener huevos para casa, te haces varias preguntas: ¿qué gallina compro?, ¿qué raza pone más?, ¿de qué depende la cantidad de puesta? Te recomendamos que antes de hacer tu compra de gallinas, leas este artículo. Te será de gran utilidad si has decidido tener unas gallinas para el consumo de huevos en casa.
El huevo es un ingrediente esencial y uno de los principales estandartes de la dieta mediterránea. Es un alimento indispensable por su excelente relación calidad-precio, por su alta densidad nutritiva y por su versatilidad culinaria. El huevo, que nunca falta en ninguna cocina, es una de las estrellas de los fogones y por su rapidez y sencillez de preparación es componente fundamental de numerosos platos tanto dulces como salados.
Los huevos más consumidos son los huevos de gallina y la mayoría de ellos provienen de la avicultura. Para criar gallinas por mera afición y obtener huevos para un consumo doméstico se necesita muy poco: una gallina que ofrezca sus huevos para abastecer un hogar a nivel familiar, el alimento adecuado para conformar una dieta equilibrada de la ponedora, iluminación pertinente y un lugar apropiado para establecer el gallinero en el que tu primera gallina exhibirá sus primeras puestas.
A la hora de adquirir una gallina para la obtención de huevos para un consumo doméstico y familiar, todo aficionado que se inicie en esta entusiasta tarea debe tener una cuenta una serie de aspectos.
¿Qué gallinas ponen más cantidad de huevos?
Es evidente que por su genética las gallinas industriales proporcionan unas mayores puestas anuales que las gallinas de raza pura. Si bien, la cantidad de huevos de cada puesta es proporcional a la alimentación de la gallina y a las horas de la luz. El popular refrán “En la vendimia vende la gallina y en Navidad vuélvela a comprar” sintetiza a la perfección este primer factor, ya que en las épocas en que los días son más largos (entre enero y agosto aproximadamente), las puestas de las gallinas son más copiosas.
Es necesario puntualizar que las puestas durante el primer y el segundo año de vida de la gallina son las más abundantes. A medida que avanza la edad de la gallina, la producción de huevos se reduce y su periodicidad comienza a menguar debido al desgaste del animal y a una disminución de sus niveles hormonales.
Las gallinas ponedoras industriales son las más prolíficas ya que sus puestas rondan los 300 huevos anuales; las gallinas de razas autóctonas pueden llegar a poner unos 200 huevos cada año, mientras que las puestas de las gallinas ornamentales se sitúan alrededor de los 150 huevos anuales.
El tamaño del huevo de gallina: ¿de qué depende?
El tamaño del huevo depende únicamente de la raza de la gallina. Sin embargo, es conveniente aclarar que una gallina gigante no siempre asegura la puesta de huevos gigantes, ya que la estirpe del animal (y no su tamaño) será la que, en última instancia, determinará el tamaño del huevo.
Los huevos de gallina son de variados tamaños. Los huevos de las gallinas jóvenes son pequeños, por lo que no hay que preocuparse si los huevos de las puestas de los primeros ciclos son de un tamaño muy reducido. Una vez que la gallina crece y se desarrolla sus huevos van adquiriendo un mayor tamaño. A modo de curiosidad, cabe reseñar que, en ocasiones, los huevos grandes pueden traer doble yema, como consecuencia de una doble ovulación de la gallina.
El sabor del huevo depende de la alimentación de la gallina
En cuanto al sabor y la calidad del huevo, la raza o estirpe de la gallina no interviene sino que el factor determinante es la alimentación, la dieta de la gallina. Si una gallina es nutrida a base de alimentos naturales como granos, maíz, hierbas, verduras, frutas, lombrices o insectos, la calidad del huevo será infinitamente superior que si la gallina es alimentada a base de piensos compuestos, y, además, la yema del huevo obtendría un color naranja más intenso. Los piensos compuestos incluyen correctores y estimulantes que producen un aumento de la cantidad de huevos en detrimento de la calidad del mismo. Así, podría decirse que “el huevo sabe a lo que la gallina come”.
El color de la cáscara del huevo: blancos, cremas, marrones, azules...
Otra particularidad a tener en cuenta es el color de la cáscara del huevo que, independientemente de su tamaño, depende de la raza de la gallina. Como este aspecto únicamente depende de la raza de la gallina no afecta en absoluto al valor nutritivo ni a la calidad del huevo. El contenido del huevo es prácticamente el mismo y no existe diferencia entre el sabor de un huevo de tonos oscuros y un huevo blanco ya que su sabor es determinado por la alimentación de la gallina.
Los huevos de gallina presentan diferentes tonalidades debido a los pigmentos que se depositan en la cáscara del huevo mientras este permanece dentro de la gallina. Los pigmentos son determinados genéticamente, por lo que algunas razas generan huevos de colores más oscuros y llamativos y los huevos de otras estirpes son completamente blancos.
Particularmente curiosos son los huevos de la gallina de origen chileno Araucana, que presentan un color azul verdoso. Por su parte, la Marans francesa y las españolas Empordanesca y Penedesenca proporcionan unos huevos de color marrón chocolate.
Sin embargo, los huevos de otras gallinas son de colores más comunes, como por ejemplo los de las gallinas castellanas y andaluzas y la raza Leghorn cuyos huevos tienen la cáscara blanca. Un color rosáceo luce en los huevos de la gallina Pinta Asturiana mientras que los huevos de las gallinas catalanas y sussex por ejemplo presentan tonos cremas. También cabe citar los huevos de la raza Mos y los de raza Euskal Oiloa que se distinguen por sus tonalidades marrones claras.
AVIOCIO defiende la cría de gallinas de razas puras, aunque sus puestas no son tan espléndidas como las de las gallinas ponedoras industriales ya que además de tener huevos para la casa estará contribuyendo en la conservación de las razas de gallinas. Si decide tener una raza española autóctona, decantarse por una Euskal Oiloa, una Castellana, una Extremeña o una Andaluza dependerá únicamente del gusto del comprador por el fenotipo y la estética de la gallina, además de por el color preferente de la cáscara del huevo.
*Artículo publicado en el número 1 de la revista AVIOCIO