Enfermedades parasitarias frecuentes en gallinas y otras aves

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Enfermedades parasitarias en gallinas y otras aves de corral
   06 de julio de 2018

Enfermedades parasitarias en gallinas y otras aves de corral

La acción patógena de los parásitos puede provocar graves lesiones y diversas enfermedades a nuestras aves y, si su presencia no es advertida, pueden causar serios estragos en los aviarios.

Parásitos externos y parásitos internos más comunes en las gallinas

Un parásito es cualquier organismo, tanto animal como vegetal que vive en el interior o sobre la superficie de otro y que tiene la capacidad de obtener la totalidad o una parte de los nutrientes y sustancias que elabora el organismo afectado.

parásitos en las gallinasLa acción patógena de los parásitos puede provocar graves lesiones y diversas enfermedades a nuestras aves y, si su presencia no es advertida, pueden causar serios estragos en los aviarios. Por tanto, el avicultor no debe permitir la proliferación de parásitos en sus instalaciones, por lo que deberá controlar los niveles de humedad, mantener sus instalaciones perfectamente limpias, así como cumplir a rajatabla un programa de bioseguridad, que, en caso de necesidad, se puede completar con la aplicación de remedios caseros en tu aviario y con desinfecciones periódicas más severas, pero siempre controladas. Además, con el objetivo de prevenir posibles infestaciones, es recomendable que el avicultor adopte la costumbre de observar con atención sus instalaciones de forma periódica con el fin de detectar una posible presencia de parásitos en las heces de sus aves. 

Limpieza de las instalaciones, utilizar batas e indumentaria adecuada, desinfección total de herramientas y demás instrumentos, separar aves por grupos en función de la edad y la observación de cuarentenas, son algunas medidas higiénicas en el manejo de las aves que contribuyen en gran medida a prevenir la difusión de enfermedades parasitarias y ayudan a romper la cadena de transmisión de estos agentes patógenos. 

Parásitos internos

Los parásitos internos, también denominados endoparásitos, son los que viven o se hospedan en el interior del organismo afectado, generalmenteen su aparato digestivo, aunque en ocasiones pueden manifestarse en las vías respiratorias. Aunque pueden afectar a aves de todas las edades, inquietan preferentemente a aves jóvenes. Los coccidios y las lombrices como los nematodos o las tenias son algunos de los parásitos intestinales que con más frecuencia podemos hallar en nuestros aviarios. 

Coccidiosis

La coccidiosis es una de las enfermedades aviares que más quebraderos de cabeza provoca a los avicultores y cuya principal víctima son las gallinas. Las aves de menor edad son especialmente susceptibles a esta enfermedad y, generalmente, manifiestan síntomas y lesiones más graves que las aves en edad adulta, ya que estas son más resistentes a la acción patógena de los coccidios. Además, las aves que el avicultor ha adquirido y ha introducido recientemente en su aviario son especialmente vulnerables, debido a las condiciones de estrés sufrido en el transporte. 

enfermedades parasitarias de las gallinasLos coccidios, un tipo de parásitos de tamaño microscópico pertenecientes al género Eimeria, son los responsables de esta enfermedad de tipo intestinal y se caracterizan por su especifidad, es decir, un mismo coccidio no suele afectar a varias especies, sino que solo daña a una misma especie. 

La transmisión de la coccidiosis se produce por vía oral a través del contacto con heces por método directo o, indirectamente, a través de alimentos y agua que se encuentran en mal estado o contaminados, y a través de yacija o de cualquier otro material o instrumentos que hayan sido infectados por la acción patógena de los coccidios.
El procedimiento es muy sencillo: los coccidios, por su condición de parásitos, atraviesan las paredes intestinales del ave con el fin de obtener los nutrientes necesarios para su supervivencia y destruyen células que el ave usa normalmente para la digestión y absorción de nutrientes. Una vez que han penetrado en el interior del ave, se reproducen con gran facilidad y, al ser expulsados al exterior a través de las heces, otros ejemplares pueden resultar infectados. Por tanto, un aviario superpoblado y cuya limpieza y desinfección esté descuidada, es blanco fácil de las coccidiosis. 

En general, esta enfermedad no suele atacar de forma individual a un ave, sino que su radio de acción afecta a la totalidad del grupo de aves que puebla un aviario. A simple vista, la coccidiosis no es fácil de identificar, ya que los síntomas generales que provoca se asemejan mucho o coinciden con los que producen otras enfermedades aviares. Por tanto, el método más eficaz para diagnosticar esta patología con seguridad es el análisis microscópico del contenido del intestino del ave afectada. Palidez, abatimiento, falta de apetito, erizamiento de plumas, falta de apetito, reducción en la puesta y la característica diarrea, que puede desembocar en intensa deshidratación y pérdida de peso del ave, hemorragias e incluso, en última instancia la muerte, son los síntomas principales que provoca la coccidiosis. 

Las lesiones que produce esta enfermedad dependen del tipo de parásito, de su grado de infección, y de la edad y susceptibilidad del ave afectada a la enfermedad; pueden ser intestinales, por ejemplo enteritis, o cecales, como edemas o la producción de excrementos acompañados de sangre. 

Es habitual la presencia de coccidios en los aviarios, por lo que todo avicultor debe permanecer alerta ante un más que posible brote de parásitos. Si bien, la infección puede evitarse simplemente si se mantiene el aviario perfectamente higienizado, si se aseguran unos niveles óptimos de temperatura, ventilación y humedad y si se dota a nuestras aves de unas instalaciones adecuadas.

El avicultor también dispone de la opción de usar un sistema de vacunación, siempre y cuando lo haga bajo la supervisión de un veterinario. El programa de vacunas más utilizado es aplicar la vacuna diluida en el agua de bebida en los primeros días de vida del ave. Además, en caso de severa infección, el avicultor puede recurrir a la aplicación supervisada de productos anticoccidios.

Nematodos

Los nematodos son organismos parasitarios de tamaño microscópico y con forma de lombriz redondeada que se instalan en el tracto digestivo de las aves y que pueden causar serios contratiempos en nuestro aviario. Los nematodos son unos de los parásitos más comunes que pueden atacar a nuestras aves y, además de debilitar el estado general de ave, agravan otras enfermedades. La Ascaridia galli, la lombriz cecal Heterakis gallinae y las Capillarias son algunos de los nematodos que más habitualmente “campan” en nuestros aviarios. 

parásitos en el gallineroLa Ascaridia galli es una lombriz intestinal causante de una patología denominada ascaridiasis y uno de los parásitos más frecuentes en la avicultura de ocio. La Ascaridia galli, que afecta principalmente a aves jóvenes, penetra la pared intestinal provocando leves hemorragias y se transmite directamente a través de las heces que expulsan las aves. Los síntomas principales que provoca son: decaimiento, pérdida de apetito y diarrea, además de dificultar el crecimiento del ave. En caso de infección grave, la ascaridiasis puede provocar la muerte del ave cuando la acción patógena de los parásitos obstruye la pared intestinal. 

La lombriz cecal Heterakis gallinae es muy similiar a la Ascaridia galli tanto en su transmisión como en el desarrollo de su ciclo vital, mientras que la diferencia más notable es su tamaño, siendo la primera mucho más pequeña. El principal síntoma que causa esta lombriz es el debilitamiento del ave y, más específicamente, la inflamación de las paredes intestinales cecales.

Las Capillarias afectan a gallinas de todas las edades, principalmente a las jóvenes, y parasitan en el buche, esófago y en los intestinos ciego y delgado. Inflamación de las mucosas, malestar y depresión general, inapetencia y pérdida de peso y diarrea con heces viscosas son los principales indicios de que un ave ha sido infectada por este tipo de parásitos. 

Tenias

Las tenias o cestodos son un tipo de lombrices intestinales de forma aplanada, cuya principal diferencia con los nematodos reside en que las tenias necesitan imperiosamente un organismo hospedador intermediario (caracoles, babosas, moscas, hormigas, etc.) entre el parásito y el ave infectada para completar su ciclo vital. El organismo intermediario ingiere los huevos del parásito y, posteriormente, el ave captura e ingiere el organismo intermediario y se produce así la infección. Las tenias específicamente pueden causar enteritis, mientras que sus síntomas generales coinciden con los provocados por los nematodos. 

Parásitos externos

Los parásitos externos, también denominado ectoparásitos, a diferencia de los internos, viven fuera del organismo del ave afectado y dañan el exterior de su cuerpo. Estos agentes patógenos se esconden en las paredes, esparcidos por el suelo o entre las grietas de nuestros aviarios, por lo que el avicultor debe redoblar esfuerzos en limpieza e higiene en sus instalaciones para tratar de ahuyentar a estos  dañinos microorganismos. La prevención es la mejor arma, aunqueparásitos tan nocivos como el ácaro rojo exigen medidas antiparasitarias más severas como la aplicación de productos insecticidas o desparasitantes.parásitos externos en las aves de corral

Los parásitos externos que aparecen con más reiteración en nuestros aviarios son: los piojos, que causan gran irritación al ave y se alimentan de células muertas y de plumas y los ácaros, garrapatas, chinches, pulgas, mosquitos y diversas especies de moscas, que perforan la piel del ave afectada para absorber su sangre y pueden transmitir gérmenes que desembocarán en otras enfermedades. 

Ácaros

Los ácaros son los parásitos más perjudiciales para la avicultura y todas las aves son vulnerables a su acción patógena. Existen diversidad de ácaros y, según su tipología,  pueden ser chupadores de sangre, pueden penetrar directamente en la piel del ave afectada o vivir sobre sus plumas.

Los síntomas generales que producen los ácaros son dificultad y retraso en el crecimiento, reducción en la producción de huevos, constante irritación, pérdida de sangre y daños en el plumaje del ave. 

escamas en las aves de corralEl ácaro rojo es uno de los parásitos más perjudiciales para la avicultura de ocio y que más quebraderos de cabeza causa a los aficionados (véase El temido piojo rojo, en el número 1 de AVIOCIO). Este parásito, denominado Dermanyssus gallinae, y también conocido como dermanoso de las gallinas,  chupa la sangre del ave, generalmente por la noche, y una vez saciado, desaparece para esconderse en grietas, rendijas y los lugares más recónditos del aviario durante el día. Una desmesurada pérdida de sangre y la irritación que sufre el ave continuamente, además de causar serios trastornos y situaciones de estrés, pueden provocar anemia e incluso desembocar en la muerte. 

El ácaro Ornithonyssus sylviarum, también conocido como ornitoso, es otro tipo de ácaro que causa gran desasosiego en nuestros aviarios. Es un chupador de sangre que causa gran irritación en las aves, puede producir costras en su piel y es un gran transmisor de otras enfermedades avícolas.

Garrapatas

Las garrapatas son parásitos chupadores de sangre muy resistentes que pueden vivir mucho tiempo sin alimentarse. Al igual que el ácaro rojo, pasan la mayor parte de su vida en grietas y escondrijos y aprovechan la noche para buscar sangre y saciar sus necesidades. Provocan principalmente debilitamiento general y reducen la puesta de huevos. 

Piojos

Los piojos son un tipo de insectos que parasitan en las aves y son muy específicos tanto por la especie de ave que atacan como por la parte del cuerpo en el que se hospedan. El principal síntoma que provocan es la irritación continua: las aves que tienen piojos no descansan bien, no se pueden alimentar en condiciones y viven en un estado permanente de inquietud. Además de los daños que los piojos causan de por sí en las plumas de las aves, ellas mismas, debido a ese estado de nerviosismo, pueden autolesionarse al picotearse las plumas o rascarse las zonas corporales irritadas. La pérdida de peso y la reducción en la puesta son otros síntomas habituales de la infección por piojos.

Artículo publicado en la revista AVIOCIO (número 7)

 

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