Los pollitos de algunas especies, como las perdices o las codornices, son tan pequeños que pueden caer al agua si no usamos un bebedero adecuado para su tamaño. Te explicamos un sencillo truco para no tener que lamentar bajas.
Cómo preparar un bebedero para pollitos
Como todas las crías de animales, los pollitos son criaturas frágiles a las que hay que cuidar para que crezcan y cojan fuerzas para enfrentarse a la ley del corral.
El agua es, obviamente, un elemento esencial en la vida diaria de tus pollitos. Debe estar disponible en cuanto salgan de la incubadora o del nido. Ha de estar siempre limpia y, por tanto, cambiarse todos los días. Tus animales necesitan disponer de ella a voluntad.
Por razones obvias de seguridad, no es aconsejable instalar un recipiente hueco lleno de agua en la criadora. Para evitar cualquier riesgo de ahogamiento, el bebedero debe estar diseñado y adaptado al tamaño de las crías. Ten en cuenta que los pollitos de codorniz o perdiz pueden ahogarse si el bebedero no es adecuado, mientras que los pollitos de gallina, si se mojan, pueden resfriarse. Para evitarlo, tenemos varias soluciones:
Puedes poner canicas dentro de tu recipiente o bebedero. Este relleno evita que los pollitos se ahoguen si caen accidentalmente en el bebedero. Otra solución es usar un bebedero clásico de pequeño tamaño, con los bordes del plato diseñados para evitar que los pollitos se cuelen. Colócalo en el suelo, asegúrate varias veces al día de que el agua sigue siendo accesible y no está sucia por desperdicios o excrementos.
No olvides que los pollitos nunca deben quedarse sin agua. En caso contrario, podrían deshidratarse en pocas horas.