Si tienes la posibilidad, graba estos sonidos y después escúchalos para conocer mejor a tus animales. En este artículo vamos a diferenciar los sonidos más característicos y algunos signos del lenguaje corporal.
Cuando una gallina está contenta y satisfecha emite un cacareo característico
Cuando oímos en nuestro gallinero el grito de una gallina seguido de un silencio total, está avisando a todo el grupo de que hay un depredador acechando. El grito es diferente si se trata de un depredador aéreo (un halcón, por ejemplo) o un depredador terrestre (una culebra, etc.).
Uno de los sonidos que todos conocemos es el típico que la gallina hace después de poner un huevo (po, po, po… pa, pa). Está comunicando al grupo su orgullo de haberlo puesto y, si escuchamos atentamente, oiremos al resto del grupo responder como si de alguna manera estuviesen dándole la enhorabuena. Previamente, cuando el ave está dentro del ponedero emite a veces un sonido prolongado (pooo… poooo) y está expresando que está a punto de poner un huevo.
Cuando la gallina se encuentra dentro del ponedero incubando los huevos, mostrará un gruñido si algo o alguien intenta molestarle; en estos casos el gruñido va seguido de un picotazo. También cuando está incubando se comunica con los pollitos antes de la eclosión emitiendo un ronroneo y un cacareo continuo.
Es curiosa la distinta reacción según el sexo de los animales cuando encuentran un alimento especial. Si es el macho quien lo encuentra, este emite un sonido de llamada al grupo mientras con las patas escarba cerca del premio y mueve contento la cabeza hacia los lados, esperando a que acudan los miembros del grupo a por el premio; solo admite que sean hembras las que se lleven el trofeo. Si quien lo encuentra es una hembra, esta se lo come sin avisar a nadie, excepto si tiene pollitos, que hace lo mismo que el gallo, es decir, avisa a la prole como decíamos antes para que sean las crías las que coman.
El lenguaje corporal también forma parte del sistema de signos con el que las gallinas se comunican. Las hembras elevan la cabeza y erizan las plumas para mostrar el rango en el grupo. Si la posición es de patas flexionadas y cabeza bajada, indican sumisión o que se dan por vencidas en una pelea. También avisan así al macho de que no van a poner ningún obstáculo para ser montadas por él.
Los pollitos también tienen su propio lenguaje
Las crías emiten un sonido de alegría ante la llamada de la madre cuando esta ha encontrado un insecto, mientras corren veloces a por el premio.
También hacen un ruido cuando entienden que están en peligro y otro distinto y más débil cuando tienen frío. En ambos casos están llamando la atención de la madre. La mamá reacciona de manera inmediata llamando a la prole y ahuecando sus plumas, al mismo tiempo que emite también un cacareo característico y distinto: les invita a que se metan debajo para darles el refugio ante el enemigo y el calor necesario si tienen frío.
¡Comprender lo que dicen tus gallinas te ayudará a quererlas más!