Cada invierno, la reducción de las horas de luz diarias tiene un impacto directo en la puesta de huevos de las gallinas. Por tanto, es normal que te cuestiones la conveniencia de instalar iluminación artificial en el gallinero. Te explicamos las ventajas e inconvenientes de la luz para tus gallinas.
Ventajas de poner luz en el gallinero
La muda otoñal y la reducción de la luz diurna en invierno hacen que las gallinas no pongan huevos durante muchas semanas. Se considera que una gallina necesita unas catorce horas de luz al día para poner huevos. La luz estimula su glándula pituitaria, que indica a los ovarios que liberen un óvulo. Por lo tanto, la instalación de iluminación en el gallinero ayuda a compensar las escasas horas de luz en invierno y a estimular la puesta de huevos.
Además, en regiones con inviernos duros, tiene sentido instalar una lámpara de calor que proporcione tanto luz como calor. Pero cuidado, ten en cuenta que gracias a su plumaje y a su plumón, las gallinas son más resistentes al frío de lo que se cree. Peor aún, ¡odian el calor! Por eso, este tipo de iluminación con calefacción sólo es necesaria si hace mucho frío, en climas extremos. Los expertos consideran que la temperatura ideal para un gallinero es de unos 6 grados.
También parece que una luz roja tenue ayuda a mantener a los animales tranquilos. Encendida las veinticuatro horas del día, reduciría considerablemente los problemas de picaje y canibalismo. Con esa iluminación, los animales ya no podrían distinguir las crestas y las barbas de sus congéneres.
Por último, la iluminación del gallinero es muy útil para que el propietario pueda recoger los huevos a primera hora de la mañana o a última de la noche, especialmente durante la temporada de invierno. Y, sobre todo, permite cuidar el gallinero incluso cuando está oscuro.
Desventajas de poner luz en el gallinero
Aunque la iluminación del gallinero parece ser muy útil, conlleva algunas desventajas. De hecho, forzar artificialmente a las gallinas para que continúen su ciclo de puesta sería bastante perjudicial para su salud y les causaría graves problemas, en particular cáncer de ovario, en una fase temprana.
Además, la instalación de iluminación en el gallinero supone un riesgo de incendio, especialmente si se ha instalado una lámpara de calor. El cableado eléctrico, posibles chispas, la proximidad con la paja seca o el serrín son factores de riesgo. Así que hay que tener mucho cuidado y tomar todas las precauciones.
Por último, luz significa bombilla y, por tanto, riesgo de que se rompa al manipularla, por las propias gallinas o por una gota de agua que caiga sobre ella mientras está caliente. La consecuencia serían pequeños trozos de vidrio esparcidos por el suelo. El riesgo es que los animales se lesionen las patas o, peor aún, que picoteen el cristal. Además, algunas bombillas contienen un gas que al romperse es tóxico.
Así, si te preguntas si debes poner iluminación en tu gallinero durante el invierno, debes sopesar los pros y los contras y tomar las precauciones necesarias.