¿Quieres dar el paso y criar tus propias gallinas? Huevos frescos y una gran compañía para ti. Pero antes de comprar un gallinero, hay que analizar su funcionalidad y sus puntos fuertes en relación con los materiales utilizados. Estas son las preguntas correctas que hay que hacerse:
¿Cuáles son las medidas adecuadas para un gallinero?
Todo depende del número de gallinas que quieras tener. Los gallineros compactos de plástico o madera que se venden en kit, aunque no permiten la entrada de los propietarios, pueden cobijar hasta diez animales en los modelos más grandes. Nuestro consejo: piensa más en grande que en pequeño, teniendo en cuenta que un metro cuadrado es suficiente para tres gallinas (excluyendo los nidos).
La ventaja del gallinero pequeño es que puedes moverlo según las estaciones, las condiciones meteorológicas y las parcelas que tienes a disposición para los animales. Algunos modelos disponibles en el mercado se venden con accesorios opcionales de ruedas para moverlos, que pueden adquirirse en el momento de la compra o posteriormente. Para otros, es relativamente fácil convertirlos en un gallinero móvil más adelante.
¿Tus gallinas necesitan un gallinero elevado?
Muchos gallineros prefabricados se elevan con un espacio debajo que sirve de refugio para los animales en caso de lluvia. En los corrales que no tienen suficientes árboles, proporcionará sombra en los periodos más calurosos del verano. Y durante el invierno, aleja a tus animales de la humedad y del frío de la tierra cuando están dentro del gallinero. Por último, la altura de estos modelos tiene la ventaja de facilitarnos recoger los huevos o limpiar su interior.
¿Elegir un gallinero con o sin bandeja de excrementos?
Muchos gallineros prefabricados ofrecen una bandeja de excrementos para facilitar su retirada y limpieza. Este sistema es muy práctico para el propietario, aunque debemos tener en cuenta que debajo de las perchas se acumulan muchos excrementos y no debemos descuidar la limpieza del interior. En el caso de que la bandeja sea de acero galvanizado, se aconseja esparcir serrín en ella para que absorba la humedad y que la bandeja no se oxide.
Elige el gallinero más práctico
Uno podría pensar que un gallinero grande, en el que el propietario puede entrar y estar de pie, sería más fácil de mantener. Pues bien, dependiendo de la configuración, este no es necesariamente el caso. Si el interior de los gallineros compactos es de fácil acceso (gracias a un techo que se puede levantar) y si sus componentes se pueden desmontar fácilmente para su limpieza, no es una tarea pesada. Sin embargo, para un gallinero destinado a albergar más de seis gallinas, es mejor elegir un modelo en el que se pueda entrar. Esto facilitará el mantenimiento diario de los animales (alimentación, almacenamiento, recogida de huevos) y de la nave.
Además, si el gallinero está equipado con perchas y ponederos con acceso desde el exterior, tanto tus gallinas como tú estaréis más cómodos.
En conclusión, la elección del gallinero depende fundamentalmente del número de gallinas que tengas, del espacio disponible en tu jardín y de los extras que ofrezca. Procura elegir siempre materiales de calidad, con techos impermeables.